Cómo ser profesor de Chi Kung

Diariamente recibo mensajes de personas interesadas en formarse como profesores y profesoras de Chi Kung. Las nuevas investigaciones en medicina y neurociencia están estimulando que profesionales de distintas áreas y personas de todo, vean en el Chi Kung una oportunidad de crecer personal y profesionalmente. En este artículo te doy algunas claves sobre cómo ser profesor o profesora, cómo formarte y aprender más profundamente lo que es y cómo funciona el Chi Kung.

Porqué enseñar Chi Kung

Las últimas investigaciones y estudios científicos están demostrando algunas de las premisas más fundamentales del entrenamiento Chi Kung:

• Que la respiración tiene un impacto muy importante en nuestro cerebro y en su coordinación con el cuerpo, las capacidades cognitivas, las modulación emocional y el concepto de uno mismo.
• Que el movimiento y la consciencia corporal no solo es un factor que mejora la salud, sino que aumenta la calidad y la esperanza de vida.
• Que la serenidad mental producida por la práctica regular ayuda a lograr el equilibrio emocional, mejora la autoestima y ayuda a superar la depresión y la ansiedad.
• Que el entrenamiento de Chi Kung es un factor de prevención para una gran cantidad de enfermedades.
• Que la práctica regular mejora significativamente el dolor crónico y otras dolencias, como la fatiga crónica o la fibromialgia, llegando en casos a eliminar sus síntomas.

El Chi Kung combina movimiento suave y adaptable a cualquier persona, ejercicios respiratorios y una disposición meditativa de la mente, en un estado de progresiva relajación. Practicar sus ejercicios con regularidad no solo mejora la salud, sino que potencia las capacidades físicas y mentales.

Los antiguos taoístas lo concibieron para lograr la inmortalidad, los budistas para obtener la iluminación, los médicos lo usan para curar y las escuelas de artes marciales para fortalecer a sus luchadores. Si todos pueden beneficiarse de su práctica de una manera u otra, creo que es un conocimiento que debería estar al alcance de todos.

Una sabiduría tan útil y completa, tan transformadora y universal, debería conocerse y practicarse en los colegios, las universidades, las fábricas, las residencias de ancianos y un largo etcétera. Por este motivo, cuando aprendes Chi Kung y eres consciente de todo lo que puede hacer por ti y por los demás, es inevitable compartirlo y enseñarlo siempre que haya oportunidad.

Quién puede ser profesor/a

El interés abre todos los caminos, así que no hay nada que pueda evitar que alguien con pasión y dedicación logre convertirse en profesor o profesora de Chi Kung y cualquiera puede lograrlo. La edad, estado físico o incluso el estado de salud son caminos por los que muchas personas empiezan a practicar y descubren su vocación para enseñar.

La propia práctica y el estudio de este arte del cultivo de la energía mejora el estado de la persona y favorece las condiciones necesarias para transmitirlo. La única manera de enseñar es a través de la propia experiencia, por lo que el propio entrenamiento es una de las claves más fundamentales de una buena preparación para la docencia.

Lo único necesario es un propósito firme. Si este propósito se mantiene, la práctica será constante y la propia vida estará impregnada de los conceptos y enseñanzas del Chi Kung, de manera que cualquier aspecto de la cotidianidad se volverá un aprendizaje.

Ese propósito hará que aparezca un maestro que te guíe en tu aprendizaje, que te ayude a despejar tus dudas y que te estimule para seguir creciendo. Esto puede llegar antes o después, pero si no desfalleces, acabarás encontrando una fuente limpia y abundante de la que nutrirte.

Iniciar un grupo de Chi Kung

Cada día más profesionales incluyen prácticas y ejercicios de Chi Kung en sus entrenamientos, terapias, clases, formaciones, etc. Pero si te dedicas al Chi Kung, para ser profesor o profesora vas a necesitar alumnos.

En la formación que ofrezco en mi escuela hay personas que nunca han dado una sola clase y enfrentarse al momento de iniciar un grupo se ven algo impotentes. A veces surgen miedos y una sensación de poca confianza en uno mismo al imaginarse al frente de un grupo de personas y piensan que va a ser difícil que alguien se interese por lo que puedan enseñar.

Esto es algo muy común y casi inevitable, pero mi consejo suele calmarles bastante: si no confías en tí, confía en el Chi Kung. Los efectos del entrenamiento son tan evidentes y profundos a corto, medio y largo plazo, que la mayoría de personas, cuando lo prueban, quieren volver. Solo tienes que mostrárselo.

Transmitir la esencia

Para enseñar hacen falta muchas cosas, pero se pueden resumir en una: vocación.

Si realmente crees que ese es tu camino, ya sea como profesional del Chi Kung o de cualquier otro campo, el amor por lo que haces te llevará a aprender con seriedad, enseñar con paciencia y transmitir ese amor en todo lo que hagas.

Los linajes, maestros, diplomas y demás acreditaciones pueden ser un reflejo de esa vocación o no, ya que son solo objetos externos que no pueden demostrar ni producir esa disposición interna, que solo se percibe de manera personal.

Si realmente sientes esa vocación por ser profesor o profesora de Chi Kung, puedes formarte en nuestra escuela con nuestro curso intensivo de 9 meses para convertirte en monitor.