Esta es la eterna pregunta sobre la que todos hemos oído todo tipo de opiniones. Hoy proliferan en las redes sociales un sinfín de argumentos y acaloradas discusiones para dirimir qué arte marcial es mejor que los demás. Esta disputa no tiene ni tendrá fin jamás y en este artículo te explico porqué pienso que además de inútil, toda discusión es absurda.

¿Qué es más efectivo, karate o boxeo?
¿Qué arte marcial es mejor? ¿Cuál es más efectivo? ¿Cuál es mejor en una pelea callejera? Krav Maga contra Muai Thai, Kung Fu contra MMA, Tai Chi contra Boxeo…
Por aquí empiezan la mayoría de las discusiones sobre artes marciales, un error de planteamiento. Si lo piensas bien, la pregunta no tiene sentido. Te pongo una ejemplo similar: ¿Qué es más efectivo, una espada o un sable? ¿Un coche o una moto? ¿Una cuchara o un tenedor? Antes de responder, cualquiera se preguntaría ¿para qué? Y esa es la primera clave.
Si usas una cuchara para comer sopa o tus resultados no serán los mismo que si usas un tenedor. Un aspecto clave y fundamental en la efectividad de un arte marcial es la capacidad de adaptar la respuesta a la circunstancia. Si ante una patada baja respondes con un bloqueo medio, tu respuesta no servirá para evitar el golpe.
Esa capacidad para que las técnicas empleadas se ajusten a las necesidades y objetivos del combate se entrenan y forman parte del “set de habilidades” de cada practicante. Esto es algo totalmente independiente del arte marcial que practiques. De hecho, una persona sin entrenamiento marcial pero con experiencia en combate suele tener más desarrollada esta capacidad y por tanto más probabilidad de éxito.
Sin embargo, la victoria no depende solo de uno, las circunstancias son tan decisivas como el entrenamiento. No es lo mismo pelear contra alguien que pesa 20 kg más que tú que con alguien de tu peso. También es importante el nivel, forma física y motivación, de la otra persona, si va armado, si está solo, etc. Analizar todas esas variables es fundamental para entender los porqués de la victoria o la derrota y atribuirlo a la calidad de una arte marcial u otro es bastante ingenuo.
Cuando veas un vídeo de un supuesto maestro siendo fácilmente derrotado por un luchador cualquiera en una pelea organizada, piensa en todo esto y te darás cuenta de que uno de los dos no tiene ninguna preparación para el combate. No tiene nada que ver con el estilo que practica.
Entonces… ¿Para qué sirven las artes marciales?

Inicialmente el objetivo de cualquier disciplina marcial es eliminar una amenaza con la mayor rapidez y el menor riesgo posible. Lograr la excelencia en este área le ha costado la vida a tanta gente desde hace tantos siglos que sería difícil hacer un cálculo. No hay que olvidar que las artes marciales más antiguas como el Kung Fu o el Kenjutsu se empleaban para la guerra y podían ser la clave entre la vida y la muerte.
El entrenamiento en artes marciales, si es completo, abarca todas las áreas del ser humano, ya que un combate a vida o muerte pone a prueba los aspectos físicos y técnicos pero también psicológicos y emocionales. Por eso, el camino de las artes marciales es largo y habitualmente se convierte en una forma de vida.
Aprender un arte marcial incluye un acondicionamiento físico y el desarrollo de una serie de habilidades, técnicas y estrategias que tienen que ser puestas a prueba y ajustadas en combate como parte del entrenamiento. Separar los beneficios de la orientación marcial es desvirtuar el propósito original que da estructura y sentido a todos los aspectos de la práctica.
¿Qué arte marcial es más difícil?
Cada disciplina centra sus esfuerzos en una serie de técnicas y estrategias de combate específicas para lograr el éxito. Algunas como el boxeo o el taekwondo se centran en desarrollar al máximo un tipo de combate y otras como el Kung Fu o el Budo, son más extensas, incluyendo todo tipo de técnicas y armas.
La diversidad no es sinónimo de dificultad y lo difícil no tiene porqué ser mejor. El Kung Fu es un arte marcial muy antiguo, con más de 1500 años de evolución, por lo que se ha extendido y diversificado en más de 200 estilos. El estilo Choy Lee Fut es uno de ellos y consta de más de 190 formas (secuencias de movimientos) para el entrenamiento de técnicas de mano vacía, formas de saco, formas de animales, palo, sable, lanza, espada… y un largo etcétera. Puedes aprender este famoso estilo de Kung Fu en nuestra escuela online:

Pero los conocimientos son solo una mínima parte del éxito en combate. La experiencia, forma física, capacidad de adaptación, motivación y estado psicológico y emocional del luchador son los aspectos que influirán en su capacidad para aplicar correcta y eficazmente lo aprendido. Estos aspectos se entrenan peleando en un ambiente de entrenamiento, poniendo a prueba lo aprendido.
El mejor arte marcial… para qué?
Si hablamos de eficacia en combate, la habilidad y el nivel de la persona es lo más importante, pero hay otros áreas en las que el entrenamiento también demuestra ser muy útil:
- Condición física: El entrenamiento involucra ejercicios físicos intensos que ayudan a mejorar la resistencia cardiovascular, la fuerza muscular, la flexibilidad y la coordinación. El entrenamiento de las capacidades físicas es fundamental para el éxito en combate.
- Disciplina y autocontrol: A través de la práctica constante, aprendes a seguir instrucciones, mantener el enfoque y tener autodisciplina, lo que fortalece la voluntad y la resiliencia.
- Confianza: A medida que avanzas y mejoras en tus habilidades marciales, tu confianza personal tiende a crecer. La confianza en uno mismo se deriva del conocimiento de tus habilidades y de la capacidad para enfrentar y superar desafíos físicos y mentales.
- Autoestima: A medida que te vuelves más fuerte, adquieres más habilidades y te superas a ti mismo, te sientes más seguro y valorado. Esto genera una autoconfianza que suele repeler el conflicto.
- Concentración y enfoque mental: Las artes marciales requieren concentración y enfoque mental para aprender y ejecutar técnicas correctamente. El entrenamiento puede ayudar a desarrollar habilidades de atención plena y a mejorar la capacidad de concentrarse en el presente, como es el caso del Tai Chi.
- Respeto y ética: En el entrenamiento se promueve el respeto por los demás, por los maestros, los compañeros de entrenamiento y las reglas del arte marcial en sí. También se enfatiza la importancia de la ética, el juego limpio y el autocontrol.
- Control emocional: Las artes marciales enseñan a controlar y canalizar las emociones de manera efectiva. Aprendes a mantener la calma en situaciones estresantes, a gestionar la ira y a tomar decisiones racionales en lugar de reacciones impulsivas.
Además, en artes marciales internas como el Tai Chi, el foco está en el interior y se desarrollan aspectos como el equilibrio emocional, la ecuanimidad y la capacidad de permanecer relajados en cualquier situación. Los beneficios para la salud y la calidad de vida que se derivan de la práctica correcta y equilibrada de un arte marcial son indiscutibles.
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