El Tai Chi es practicado hoy en día por millones de personas en todo el mundo y son muy conocidos sus múltiples beneficios para la salud a nivel físico y mental. Pero sus movimientos aun siendo lentos y suaves, muestran técnicas de puño, golpes de hombro, de codo, patadas… ¿Qué hay oculto detrás de esos movimientos? ¿Para qué sirve el Tai Chi en realidad? En este artículo hablaremos de todo esto.
El origen del Tai Chi
Antes de empezar, debo decirte que el Tai Chi no es una herramienta, ni un programa, por lo que no es correcto pensar “para qué sirve el Tai Chi”. Como sistema, lo apropiado sería pensar en “qué me aporta” o “para qué lo practico”. Para responder a estas preguntas primero debemos saber qué es y conocer su origen.
Aunque las leyendas cuentan que un monje llamado Zhang Sanfeng (o Chan Sanfeng) con cabeza de tortuga, huesos ligeros como los de una grulla, grandes orejas y ojos centelleantes inventó el Tai Chi al rededor del siglo XIV, los datos históricos sitúan al estilo Chen como primer expresión documentada de este arte en el siglo XVII.
Sea cual sea su orígen, en ambos casos el Tai Chi surgió como un arte marcial interno. Con las bases de la medicina china y el taoísmo como cimientos, el desarrollo marcial de sus técnicas prioriza la sensibilidad y la gestión de la energía y la fuerza en el combate de una manera suave, continua y equilibrada.
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Tai Chi para la salud
En los más de 300 años de historia del Tai Chi, sus principios y filosofía han atraído a personas más interesadas en los aspectos más sutiles e internos. A principios del siglo XIX, Yang Chengfu enseñó por primera vez al público general, entre los que se encontraban personas de todo tipo, casi todas sin conocimientos ni formación en artes marciales.
En los últimos 50 años, la sabiduría y la cultura chinas se han abierto a occidente y el Tai Chi es famoso como un arte de cultivo interno orientado a mejorar la salud. Pero separar el aspecto marcial del cuidado de la salud es un error tristemente común hoy en día.

Conocer y practicar las aplicaciones marciales del Tai Chi y entrenar métodos de Tui Shou (empuje de manos) es esencial para comprender los movimientos y comprometer la mente y el cuerpo de una manera coordinada y eficiente. Este entrenamiento complementario a la práctica individual nos sirve para:
- Mejorar la técnica individual, ya que se comprende el efecto de cada movimiento.
- Poder autocorregirnos, conociendo las sensaciones que surgen cuando la técnica es correcta.
- Mejorar la coordinación, la sensibilidad y la memoria.
- Identificar y soltar tensión física y emocional que puede pasar desapercibida en el entrenamiento individual.
- Mejorar la raíz y la propiocepción a un nivel muy profundo.
- Comprender e incorporar los principios y energías del Tai Chi a través de la experiencia, más allá de la teoría.
El arte de la unidad
Como resumen podemos decir que el Tai Chi es una gran herramienta para mejorar la salud y prolongar la vida, pero su eficacia disminuye notablemente si se ignoran los fundamentos esenciales que lo convierten en un arte marcial enfocado en la suavidad y la ausencia de tensión.
Conocer las aplicaciones de los movimientos dota a cada técnica de sentido y ayuda a conectar el cuerpo y la mente de una manera sutil pero rotunda, promoviendo un equilibrio a todos los niveles, lo que es la base de todos los beneficios para la salud. Tratar de separar estos dos aspectos es mutilar el arte de la unidad fragmentándolo.

Hoy en día se busca la inmediatez de los resultados y se multiplican las categorías y etiquetas que definen y separan cada concepto del todo, creando cada día más separación y oposición. La filosofía que sustenta la práctica va en dirección opuesta a esto y si la pregunta ¿para qué sirve el Tai Chi? estuviera más presente en la mente de practicantes, profesores y organizaciones, todos saldríamos ganando.
El Tai Chi es el camino a una unidad sin límites, en la que todo es en su momento y lugar adecuados, en la que todo surge y se desvanece en un fluir constante y armónico, en un equilibrio dinámico. Es la pura esencia del Tao que todo lo contiene: yin y yang, marcialidad y autocuidado, cuerpo y mente, percepción y conocimiento.
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