Si piensas en cómo conseguir tus más elevados objetivos en el deporte, el trabajo, en tu vida familiar o simplemente en tu alimentación, aparecerá la sombra del sacrificio. Desde muy pequeños nos enseñaron que todo lo bueno cuesta y que sin sacrificio no hay gloria. En este artículo te voy a demostrar porqué estas afirmaciones están totalmente equivocadas y cómo se puede lograr el éxito sin sacrificios.

¿Qué es el éxito?
Antes de analizar las diferentes vías de alcanzarlo, debemos definir qué es el éxito. En esto no hay un consenso universal y afortunadamente, cada persona tiene su visión personal de lo que es. Cada uno tenemos un contexto, una situación y unos objetivos diferentes, por lo que no se puede concretar lo que es el éxito de manera explícita.
Por este motivo es necesario, antes de juzgar el nivel de éxito propio o ajeno, aterrizar este concepto y concretarlo lo más posible, para poder evaluar lo cerca o lo lejos que estamos de alcanzar el objetivo. Lo bueno de tenerlo claro es que cada pequeña meta que alcances es un éxito que puede darte energía y motivación para seguir avanzando por tu camino.

Para mí el éxito es la capacidad de elegir. Si en cada ocasión eliges lo que te acerca a tu objetivo, estás cosechando pequeños y grandes éxitos a cada momento y cada fracaso es un aprendizaje para recordar la dirección correcta y volver al camino. Correcto e incorrecto, éxito o fracaso solo depende de tu discernimiento.
¿El éxito depende del esfuerzo?
Si quieres llegar del salón a la cocina tienes que levantarte del sofá, no queda otra. Si quieres crecer en tu trabajo, mejorar tus relaciones, cambiar de vida o mejorar en un deporte, no puedes esperar que pase por sí mismo. Debes poner la intención y los medios para que eso ocurra.
El esfuerzo no es sacrificio. Por definición, el esfuerzo es el “empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades”. La mayor dificultad a vencer es nuestra propia resistencia. Tareas tan agradables como leer, pasear, jugar con tu hijo o hacer el amor conllevan un rendimiento mental y físico, sin embargo las realizamos con alegría, incluso disfrutamos de ellas.
Si practicas Tai Chi, Chi Kung o cualquier deporte o disciplina física como la danza o la expresión corporal, sabrás por experiencia propia que los avances son mayores cuanta más dedicación inviertes en practicar y prepararte. Sin embargo, cada entrenamiento se disfruta como un paso más en la dirección de tu propio compromiso contigo mism@.
La satisfacción radica en el esfuerzo, no en el logro. El esfuerzo total es la victoria total.
Mahatma Gandhi
Ese compromiso es la piedra angular de cualquier progreso en cualquier campo, ya que todo lo que no esté alineado con ese compromiso estará vacío y solo generará más frustración. Por eso es importante que te preguntes cuál es tu propósito. Una vez que te comprometas con él, cada esfuerzo será un regalo hacia tí mism@.
Éxito y sacrificio
Si el esfuerzo bien orientado es un regalo, el sacrificio es una carga. Todo sacrificio se convierte en resentimiento, ya que conlleva una renuncia, un sufrimiento. El sufrimiento acumulado por un sacrificio continuado genera enfermedades y debilita el cuerpo, la energía y la mente por haber una confrontación inútil entre lo que quiero y lo que hago.

Aunque tradicionalmente se ha visto como un gesto de amor, sacrificarse por otra persona es una manipulación egoísta que solo conduce al dolor y el resentimiento, que busca la reafirmación de la persona como abnegada o sufridora. Si haces algo por alguien con amor no habrá sacrificio, habrá alegría y una sensación mutua de agradecimiento.
Si reconoces esa tendencia en ti puedes abandonarla poco a poco y sustituirla por la alegría de dar cuando sale del corazón. Podrás abandonar dietas y tareas tediosas y sustituirlas por el placer de una alimentación sana o el gusto por hacer aquello que te acerca a lo que quieres. Este cambio sutil de perspectiva puede cambiar radicalmente las cosas hasta un punto que solo creerás si lo pones en práctica.
El éxito vendrá a ti
En conclusión, si quieres conseguir equilibrio en tu vida, éxito en tu trabajo, bienestar en tus relaciones, logros en el deporte o ecuanimidad y paz mental, el principio de todo es ser muy consciente de tu propósito. Si este propósito incluye estar en paz, no habrá lugar para el sufrimiento ni el sacrificio. Encuentra la motivación que hay dentro de ti para elegir siempre (o cada vez más frecuentemente) la dirección de respetarte y cuidarte.
Si eres coherente con tu propósito habrá situaciones, hábitos, personas y muchas otras cosas que desaparecerán o se presentarán en tu vida, a veces de manera casi mágica. Si te mantienes en armonía contigo, todo a tu alrededor encontrará un equilibrio y verás como las muchas cosas que veías lejanas o imposibles se alcanzan casi sin esfuerzo.

En el camino del Tai Chi y el Chi Kung esta armonía que surge de la coherencia con los distintos niveles de lo que somos, se consigue con la práctica diaria. Disfrutar de una rutina de ejercicios de respiración y movimiento suave para descargar tensión, centrar la mente y equilibrar la energía, es una manera fácil y eficaz de acercarnos a una manera más honesta y plena de vivir.
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Con muchísima ilusión de empezar las clases on line , me encantan todas las que he seguido por YouTube y también con muchas ganas de la formación de Chi kung.
Gracias .
Bienvenida Mari Carmen 😊🙏🏻