Sus beneficios para la salud son mundialmente conocidos y muchos lo consideran gimnasia suave o meditación en movimiento, pero… ¿de dónde viene el Tai Chi y para qué sirve? En este artículo voy a tratar de arrojar algo de luz en un tema que puede hacerte perder o ganar mucho tiempo en tu entrenamiento.
Origen del Tai Chi
Aunque puede que hayas oído decir que el Tai Chi es milenario, no se tienen datos contrastados de su aparición hasta el s XVII, cuando Chen Wanting (soldado del ejército imperial chino) decidió unificar su experiencia en varios estilos de lucha en uno solo que los superara a todos.

Chen quiso plasmar en este particular estilo sus amplios conocimientos de artes marciales con las teorías del Yin Yang, Los Cinco Elementos y la circulación Qi de la medicina china, dando lugar a un arte marcial interno y suave pero contundente y eficaz. Así surgió el estilo de la familia Chen.
Este estilo de lucha se mantuvo en secreto durante siglos, hasta que llegó Yang Luchán. El joven Yang no solo aprendió el estilo de los Chen, sino que se convirtió en un famoso luchador. Tan grande fue su fama que fue llamado por la corte para enseñar a luchar a la guardia imperial y muy pronto, sus movimientos gráciles y sin esfuerzo llamaron la atención de la alta sociedad.
El sector más culto de la nobleza se interesó por la maestría de Yang Luchan y su estilo que podía vencer la fuerza con la suavidad y hacer vencer lo blando sobre lo duro. Para hacer más accesibles las técnicas a personas sin formación marcial ni acondicionamiento físico, Yang decidió suavizar aún más los movimientos y simplificarlos más, creando su propio estilo.
A partir de este momento se le dio el nombre de Tai Chi y en honor a su creador, a este estilo se le llamó estilo Yang.
Porqué el Tai Chi es lento
Si alguna vez has practicado o has visto practicar Tai Chi, sabrás que cada movimiento requiere de una profunda conciencia de la posición de cada parte del cuerpo con respecto a las demás partes y al espacio. La minuciosidad con la que el Tai Chi nos enseña a analizar nuestra propia estructura biomecánica y a ser conscientes de sus posibilidades es inigualable.

Del mismo modo que un concertista de piano empezó tocando el cumpleaños feliz con un dedo, llegar a dominar cualquier arte requiere un proceso que en cada caso es diferente. Para poder ser consciente y dominar cada línea de fuerza, cada rotación de las articulaciones y del suave pero continuo flujo de energía que genera el movimiento, es necesario ir lento en los primeros niveles.
Pero si te preguntas para qué sirve el Tai Chi, esa tampoco es la respuesta completa. Hay más.
Beneficios para la salud
Para practicar Tai Chi correctamente es necesario un profundo estado de relajación física y mental. Partiendo de esta base, todo el movimiento se genera y transmite en un cuerpo sin tensiones y se desarrolla una capacidad de adaptación y escucha que parecen casi mágicos.
Obviamente, practicar ejercicio y al mismo tiempo generar un nivel de relajación y autoconscienca tan profundos tiene que tener beneficios para la salud, y los tiene. Son tantos los beneficios demostrados, que hoy en día hay personas y escuelas enteras que han olvidado el verdadero origen del Tai Chi y pretenden obtener los beneficios sin aplicar los principios que los generan.
El verdadero propósito del Tai Chi
Como hemos visto al principio del artículo, el Tai Chi surgió de la combinación de ciertas técnicas de lucha con conceptos propios del budismo, el taoísmo y la medicina tradicional china. Si nos preguntamos seriamente para qué sirve el Tai Chi, las respuestas son tantas como personas lo practican (y hoy en día son millones).
Cada persona va a encontrar exactamente lo que necesita en el Tai Chi, ya que se adapta a todos y es capaz de hacer aflorar lo necesario a descubrir en cada etapa del camino. Sin embargo, para poder avanzar sin salirnos de ese camino, hay ciertos principios clave que no podemos olvidar. De lo contrario perderemos de vista una sabiduría acumulada durante siglos.

Dos de los principios más comúnmente olvidados son: “usar la intención y no la fuerza” y “unificar lo interno con lo externo”. Para poder llevar a cabo la unificación de la mente, la intención, la energía y el movimiento, debemos conocer y tener presente la utilidad de dicho movimiento, que en su origen, es una técnica de defensa personal.
Conocer el sentido de cada técnica nos permite involucrar todos los aspectos necesarios para lograr una verdadera integración a nivel físico, fisiológico, mental, emocional e incluso espiritual. Sin esa intención los movimientos quedan vacíos, sin voluntad que los anime y les conecte con la parte más interna y menos evidente.
En conclusión. Si quieres practicar Tai Chi de calidad y de una manera realmente completa, es imprescindible conocer la verdadera intención de los movimientos y su aplicación marcial. Solo así lograrás obtener todos los beneficios de la práctica e corto, medio y largo plazo.
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